jueves, 13 de junio de 2013

Diverxo

Diverxo es un parque temático de la cocina.

Es un sitio donde ir a disfrutar con la comida. Un viaje por sabores y texturas desconocidos. Más que desconocidos, son sabores mezclados de forma inusual que crean conjuntos perfectos.

Al llegar a Diverxo lo primero que te encuentras es a un nutrido grupo de cocineros elaborando los platos y una vez pasas por delante de ellos llegas a la sala. Para los no acostumbrados a este tipo de restaurantes sorprende la poca densidad de mesas y lo grandes que son éstas. Todos los comensales van a estar a gusto en este restaurante. A pesar de que el sitio es amplio hay que destacar que hay pocas mesas y que sólo admiten un máximo de cuatro comensales por mesa. Que haya pocos sitios y que la cocina sea excepcional da como resultado que para reservar sea necesario planificarse un poco. Con unas dos semanas de antelación se puede conseguir la reserva que se pide únicamente por medio de la página web del restaurante.

Los platos son presentados casi siempre por los cocineros quienes amablemente te explican cualquier pregunta que quieras hacer sobre la elaboración, ingredientes, cocciones... Se nota que están orgullosos de participar en el festival gastronómico que se da aquí cada día.

¿Cómo es la comida? Espectacular. Sabores fuertes. Picantes y especias. Mezclas inusuales. Indescriptible. Buenísima. Algunas cosas no son lo que parecen. Juegan contigo, con tus ideas de como debe saber el plato que estás viendo.
¿Cómo es la bebida? La carta de vinos es amplia y variada. No hacen maridaje por copas con la comida así que si no tienes mucha idea lo mejor es dejarte aconsejar. A nosotros nos aconsejaron un Priorat para toda la cena que estaba muy bueno y tenía un precio ajustado (25 o 30 €, no recuerdo bien).
¿Cómo es el ambiente? Agradable. El día que fui había un par de familias con hijos mayores (de unos 30 años), un par de parejas de mediana edad y alguna pareja joven. El ambiente es pijo pero la gente va a disfrutar de la comida, no a dejarse ver. Y por supuesto, conociendo el look de David Muñoz, no es necesario llevar corbata, chaqueta, etc. Supongo que la nota discordante la daba yo con una de mis míticas camisetas.
En resumen, ir al Diverxo es una experiencia que todo amante de la cocina debería probar. ¿Merece la pena pagar 150 € por comensal? Sí. Diverxo merece la pena. Se trata de realizar un viaje de tres horas por unos parajes gastronómicos inéditos que no te van a dejar indiferente.

Detalles:
Fecha: 30 de octubre de 2012.
Dirección:
Calle Pensamiento, 28, Madrid
Menú:
Edamame con salsa de ají amarillo.
Coco verde. Guiso acidulado de pochas, zamburiñas y berberechos. Fritura estilo Diverxo.
Posticker Shanghái de capón, su caldo emulsionado, carabinero adobado en chiles y shitake.
Mollete chino de trompeta de los muertos a la crema, tomate kumato cherry y cecina de buey ahumada.
Kimchee de fresas, yogurt y café con chipriotes de anzuelo a la llama directa del wok.
Ventresca tibia de bonito, asada en brasas de sarmiento, huevo frito, ali oli de ajo negro y tomatillo de árbol con tabasco.
Rape chifa versión glaseado express.
Civet de bacalao negro al jabalí.
Chocolate blanco con manzana verde, apio y aceituna negra.
Chocolate con leche, lapsang souchong, wasabi, yuzu y pimienta sansho.
Vino:
1 botella de Priorat por persona. Imposible recordar cual.
Precio:
150 € por persona (propina incluida).

David Muñoz, el jefe

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