viernes, 15 de noviembre de 2013

Punto MX


La nueva tradición en cocina mexicana.

Así es como se definen ellos mismos. Punto MX es un restaurante mexicano de lujo. La verdad es que no conozco la cocina mexicana tradicional ya que los restaurantes mexicanos en los que he estado son bastante cutres y suelen ir a lo fácil sin cuidar mucho ni el producto ni la presentación. En Punto MX sucede precisamente lo contrario: muy buenos productos bien presentados y servidos.

Al llegar a este restaurante, ubicado en el barrio de Goya, en el distinguido distrito de Salamanca, lo primero que me impactó fue el ruido. Mucho ruido. Nadie me había contado nada del sitio, así que no sabía qué estaba pasando. La explicación es bien sencilla: el piso de arriba es un bar donde va la gente a posturear y tomarse cócteles. Tras el pequeño susto bajamos al sótano, que es donde está ubicado el restaurante, donde el ambiente es agradable. El sitio es moderno y bien decorado aunque para mi gusto la iluminación es demasiado tenue.

Tras echar un vistazo a la carta de bebidas, descartamos rápidamente los cócteles y los tequilas. Los primeros nunca me han gustado de aperitivo, los segundos por tener un precio disparatado. Nos pedimos una caña y una michelada. La michelada es una guarrada que le gusta a los mexicanos y consiste en mezclar cerveza con zumo de limón y echarle hielo. A pesar de lo mal que suena no está mal del todo. Lo malo fueron los 10 minutos que tardaron en prepararla. El camarero nos dijo que los “cócteles” los hacen en la barra de arriba y tardan más. Ya descubrimos lo que iba a ser la tónica de la cena: la espera. En este sitio hay que tener paciencia. Los platos van llegando poco a poco a la mesa. Muy poco a poco. Por suerte cada vez que pedí una caña me la sirvieron de inmediato.

La carta está llena de palabras desconocidas a este lado del Atlántico pero viene acompañada de un pequeño glosario para que no te pierdas en ella. Destacan las mezclas entre Mexico, España y Oriente; con carnes de alta calidad en toda la carta. Nosotros nos decantamos por lo que nos pareció más singular. Al fin y al cabo, la carne si es buena no me va a decir mucho del cocinero mientras que otras preparaciones más elaboradas sí lo hacen. Al lío, esto fue lo que comimos:

Guacamole Punto MX. Quería probarlo. Si estoy en un mexicano bueno el guacamole tiene que serlo. Efectivamente, muy bueno. Sin embargo tampoco vi mucha diferencia con uno casero o de algún restaurante más modesto. Lo que sí es destacable es que el camarero te lo prepara en la mesa y te da a probar para ver si está a tú gusto.

Ceviche de callos de lubina. Salsa de chile de árbol. Impresionante ceviche este de callos de lubina. La textura del pescado es perfecta y la salsa que lo acompaña también. Un diez. Probablemente lo mejor de la noche. Merecería la pena venir a este restaurante sólo por este plato. Imprescindible.

Panuchos de cochinita pibil. X’nipek de cebollita morada y chile habanero. Este plato es lo más parecido en sabor y texturas a lo que te encuentras en cualquier mexicano barato. Debo decir que la cebollita morada picante estaba mucho más buena de lo normal pero no fue un plato que nos dijera nada especial.

Tacos de atún rojo de almadraba. Salsa de chile serrano y limón verde. Excelentes los tacos de atún. La calidad de la materia prima se nota nada más probarlos. Estaban muy buenos, sin embargo me esperaba más. No sé que, algo. Algo más.  

Tuétano a la brasa. Salsa molcajeteada, majado de hierbas. Espectacular. Este plato consiste en un hueso enorme, partido en dos, para que vayas poniéndote al gusto en las tortitas. El sabor del tuétano unido al majado y la salsa dan un equilibrio perfecto a los tacos que te vas haciendo. Ojo, este plato sólo lo puedes odiar o amar. No hay punto intermedio. El tuétano es así. Te tiene que gustar, no lo pidas si no estás convencido.

Conclusión: estamos ante un buen restaurante. Se come muy bien, es agradable y no es demasiado caro. Como puntos en contra destacaría la exasperante lentitud entre plato y plato, el precio del tequila y que como está tan de moda es difícil reservar.

Detalles:
Fecha de la visita: 13 de octubre de 2013
Dirección: C/ General Pardiñas, 40, Madrid

Precio: 45 € por persona

Los restos del tuétano